En 2021 fallecieron más de 1,5 millones de adolescentes y adultos jóvenes de entre 10 y 24 años, es decir, casi 4500 al día.
De todos los grupos de edad, el que presenta el menor riesgo de muerte es el de los adolescentes de entre 10 y 14 años.
Las principales causas de defunción de los adolescentes y los jóvenes son las lesiones y los traumatismos (por ejemplo, los causados por el tránsito y los ahogamientos), la violencia interpersonal, las conductas autolesivas y las dolencias ligadas a la maternidad.
La mitad de los trastornos mentales en la edad adulta ya han debutado a los 15 años pero, en su mayor parte, no se detectan ni se tratan.
El inicio temprano del consumo nocivo de sustancias psicoactivas, que es desproporcionadamente elevado entre los jóvenes, da lugar a un aumento del riesgo de caer en dependencias y de sufrir otros problemas durante la edad adulta.
En 2021 dieron a luz 42 de cada 1000 jóvenes de entre 15 y 19 años.
Información general
Las probabilidades de que un adolescente o un adulto joven viva hasta etapas posteriores dependen en gran medida del lugar del mundo donde residen. En 2021, la probabilidad más alta de fallecer entre los 10 y los 24 años se dio en el África subsahariana y la más baja, en Europa y América del Norte: en promedio, la probabilidad de que un niño de 10 años falleciera antes de cumplir 24 años era 6 veces superior en el África subsahariana que en América del Norte y en Europa.
En el grupo etario de 10 a 24 años, las tasas de mortalidad más bajas corresponden a la franja de los 10 a los 14 años y las más elevadas, a las del grupo de 20 a 24 años. En estas edades, las mujeres suelen tener tasas más bajas que los varones.
En dicho grupo etario, la mortalidad refleja el tipo de riesgo al que están más expuestos los individuos. Entre los 10 y los 14 años abundan las enfermedades infecciosas, mientras que entre los adolescentes de mayor edad y los adultos jóvenes esa causa es menos frecuente y se registran más defunciones debidas a accidentes, traumatismos, conductas autolesivas y agresiones. En la adolescencia se observa también la misma diferencia en función del sexo, ya que las tasas de mortalidad por las causas mencionadas más arriba son más elevadas en los varones, y también lo son cuando las defunciones son consecuencia de actos de violencia colectiva, guerras y otros conflictos. Por otro lado, las afecciones maternas son una causa cada vez mayor de defunción entre las jóvenes que viven en países de ingresos bajos.
Principales problemas de salud
Las lesiones y los traumatismos no intencionados, como los accidentes de tránsito y los ahogamientos, son una de las principales causas de muerte y discapacidad entre los adolescentes.
Accidentes de tránsitoEn 2019 fallecieron unos 115 000 adolescentes de 10 a 19 años a consecuencia de accidentes de tránsito. Muchos de ellos eran usuarios que presentaban más vulnerabilidad, es decir, peatones, ciclistas o usuarios de vehículos motorizados de dos ruedas.Nota descriptiva sobre los traumatismos y la violencia
AhogamientosEl ahogamiento es una de las principales causas de muerte de adolescentes: se calcula que, en 2019, se ahogaron más de 30 000 adolescentes, que en más de sus tres cuartas partes eran varones.Nota descriptiva sobre los ahogamientos
ViolenciaLa violencia interpersonal es una de las principales causas de mortalidad de adolescentes y jóvenes en el mundo, aunque su importancia varía sustancialmente según la región. En los países de ingresos bajos y medianos de la Región de las Américas de la OMS, los actos violentos causan casi un tercio de las muertes de varones adolescentes.La violencia durante la adolescencia también acrecienta el riesgo de sufrir traumatismos, infecciones por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, problemas de salud mental, mal rendimiento y abandono escolares, embarazos precoces, problemas de salud reproductiva, y enfermedades transmisibles y no transmisibles.Nota descriptiva sobre la violencia juvenil
Consumo de alcohol y drogasEn muchos países, el consumo de bebidas alcohólicas en la adolescencia suscita gran preocupación. Más de una cuarta parte de las personas de entre 15 y 19 años —unos 155 millones de adolescentes— la consumen. Se ha calculado que, en 2016, el 13,6% de los adolescentes de entre 15 y 19 años —en mayor medida, los varones— consumían ocasionalmente grandes cantidades de alcohol.Entre las drogas psicoactivas, la que más consumen los jóvenes es el cáñamo (cannabis): alrededor de un 4,7% de los adolescentes de 15 a 16 años lo hicieron al menos una vez en 2018. El consumo de alcohol y drogas en la infancia y la adolescencia causa alteraciones neurocognitivas que, en etapas posteriores de la vida, pueden generar problemas conductuales, emocionales, sociales y académicos.Nota descriptiva sobre las bebidas alcohólicas
Consumo de tabacoLa inmensa mayoría de las personas que consumen tabaco hoy empezaron a hacerlo en su adolescencia. Se ha calculado que, en 2018, al menos uno de cada 10 adolescentes de entre 13 y 15 años consumía tabaco, si bien en algunos lugares esta proporción era mucho mayor. Los cigarrillos electrónicos son especialmente peligrosos para los niños y los adolescentes. La nicotina es una sustancia muy adictiva y es importante tener en cuenta que el cerebro sigue desarrollándose hasta los 25 año, aproximadamente.Nota descriptiva sobre el tabaco¿Qué riesgos entrañan los cigarrillos electrónicos?
Salud mentalLa depresión y la ansiedad son algunas de las principales causas de enfermedad y discapacidad en los adolescentes, y un número considerable de defunciones de adolescentes de 15 a 19 años son por suicidio. Aunque la mitad de los trastornos mentales en la edad adulta ya han debutado a los 15 años, en su mayor parte no se detectan ni se tratan.Entre los muchos factores que inciden en el bienestar y la salud mental de los adolescentes, la violencia, la pobreza, la estigmatización, la exclusión y la vida en entornos frágiles o de crisis humanitaria pueden aumentar el riesgo de que surjan problemas de salud mental.Nota descriptiva sobre la salud mental del adolescente
Enfermedades transmisiblesInfección por el VIHSegún los cálculos, en 2021 había 1,7 millones de adolescentes de 10 a 19 años que vivían con el VIH, de los que alrededor del 90% estaban en la Región de África de la OMS. Si bien las nuevas infecciones de adolescentes han ido cayendo sustancialmente desde el máximo registrado en 1994, este grupo de edad representa todavía alrededor de un 10% del total de nuevas infecciones por este virus y, dentro de ese porcentaje, tres cuartas partes son mujeres. Además, aunque ahora hay menos casos nuevos en muchos de los países más gravemente afectados, la cobertura de las pruebas realizadas sigue siendo baja, por lo que, posiblemente, muchos adolescentes y adultos jóvenes están infectados sin saberlo.Nota descriptiva de la infección por el VIHCuestiones sobre la infección por el VIH en imágenesTuberculosisAunque se puede prevenir y curar, la tuberculosis sigue afectando a la vida y el desarrollo de millones de niños, niñas y adolescentes. La población infantil y de adolescentes menores de 15 años representa alrededor del 11% del total de personas con tuberculosis en el mundo. En cifras concretas, 1,1 millones de menores de 15 años enferman de tuberculosis cada año y más de 225 000 de ellos fallecen.Los adolescentes y los adultos jóvenes suelen tener tuberculosis contagiosa que ocasiona cavidades pulmonares visibles en las radiografías de tórax. En el Informe Mundial sobre la Tuberculosis se explica que las tasas de notificación de los casos de adolescentes de 15 a 19 años con esta enfermedad son relativamente altas en comparación con las de los adolescentes más jóvenes.Nota descriptiva sobre la tuberculosisOtras enfermedades infecciosasSegún las estimaciones, las enfermedades diarreicas y las infecciones de las vías respiratorias bajas (neumonía) se encuentran entre las cinco causas principales de mortalidad de los adolescentes de 10 a 14 años, y las tasas de mortalidad son particularmente elevadas en los países africanos de ingresos bajos y medianos. Con todo, gracias a la mejora de la vacunación infantil, se ha registrado una marcada disminución de la mortalidad y la discapacidad en los adolescentes debidas al sarampión.Nota descriptiva sobre las enfermedades diarreicasNota descriptiva sobre la neumoníaNota descriptiva sobre el sarampiónLa primera adolescencia (de los 9 a los 14 años) es el momento óptimo para vacunar contra la infección por el virus de los papilomas humanos. Se calcula que, si se vacunara al 90% de las niñas del mundo, se podrían salvar más de 40 millones de vidas en el presente siglo. Sin embargo, en 2021 solo se vacunó al 12% de las niñas.Nota descriptiva sobre los papilomavirus humanos y el cáncer cervicouterinoEn general, el número de casos y defunciones de niños y adolescentes por COVID-19 es proporcionalmente más bajo que el de los adultos. A pesar de ello, la pandemia ha afectado gravemente al bienestar de los jóvenes de forma indirecta, causando problemas de salud mental, cierres de centros educativos, aislamiento social, falta de actividad física, malnutrición y violencia doméstica.
Embarazos y partos precocesEn las regiones en desarrollo, cerca de 12 millones de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años, y al menos 777 000 niñas menores de 15 años, dan a luz cada año. Las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto son una de las principales causas de mortalidad entre las jóvenes de 15 a 19 años en todo el mundo.En 2021, la tasa mundial de natalidad entre las adolescentes fue de 42 partos por cada 1000 mujeres y, en función de los países, oscila entre uno y más de 200 por 1000. Estas cifras indican que se ha producido un claro descenso desde 1990, que se refleja también en la disminución de las tasas de mortalidad materna de las jóvenes de 15 a 19 años.Una de las metas específicas del Objetivo de Desarrollo Sostenible relacionado con la salud (el ODS 3) consiste en garantizar, de aquí a 2030, el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de información, educación y planificación familiar, así como la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales.Nota descriptiva sobre el embarazo en la adolescencia
Higiene del entornoHay varios factores del entorno que guardan estrecha relación con causas importantes de muerte de jóvenes y adolescentes, como los traumatismos no intencionados y las enfermedades infecciosas. Además, debido a que su desarrollo fisiológico todavía no se ha completado, las personas de estas edades son más vulnerables a la contaminación y los riesgos de su entorno, y ello incluye el cambio climático, la contaminación por productos químicos y metales pesados, la radiación ultravioleta, la contaminación del aire, los problemas de insalubridad en las ciudades y las deficiencias de los sistemas de agua, saneamiento e higiene.La labor de la OMS en materia de higiene del entorno de los niños
NutriciónMuchos niños y niñas de países en desarrollo están desnutridos cuando llegan a la adolescencia, lo que los hace más propensos a contraer enfermedades y a fallecer a una edad temprana.En 2019, la anemia ferropénica fue la segunda causa principal de años perdidos a causa de discapacidades entre los adolescentes de 10 a 19 años. La administración de suplementos de hierro y ácido fólico puede ayudar a mejorar la salud de los adolescentes. En las zonas donde suele haber helmintos intestinales, como los anquilostomas, se recomienda administrar regularmente a los adolescentes un tratamiento vermífugo a fin de prevenir las deficiencias de micronutrientes (como el hierro).Nota descriptiva sobre la malnutriciónNota descriptiva sobre la alimentación saludable
Actividad físicaEn 2016, solo uno de cada cinco adolescentes cumplían las directrices de la OMS sobre la actividad física. La prevalencia de la falta de actividad es elevada en todas las regiones de la OMS, y es más alta entre las mujeres que entre los varones de esa edad.Nota descriptiva sobre la actividad física
Los derechos de los adolescentes
Los derechos del niño (es decir, toda persona menor de 18 años) a sobrevivir, crecer y desarrollarse se recogen en diversos instrumentos jurídicos internacionales. En 2013, el Comité de los Derechos del Niño, encargado de velar por el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, publicó directrices sobre el derecho de los niños y los adolescentes a gozar del grado máximo de salud que se pueda lograr. Asimismo, en 2016 se publicó una Observación general sobre el cumplimiento de los derechos de los niños durante la adolescencia en la que se mencionan las obligaciones de los Estados de reconocer los derechos y las necesidades de salud y de desarrollo de los adolescentes y las personas jóvenes.
Del mismo modo, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer establece los derechos de las mujeres y las niñas a la salud y a recibir una atención de salud adecuada.
Respuesta de la OMS
La OMS colabora con sus Estados Miembros y sus asociados para mejorar la salud de los jóvenes mediante la publicación de directrices basadas en la evidencia, la formulación y promoción de recomendaciones para que los sistemas de salud tengan en cuenta las necesidades de los adolescentes y el registro de los progresos realizados en materia de salud y desarrollo de este grupo etario.
En mayo de 2017, la OMS publicó un informede gran importancia titulado Aceleración mundial de las medidas para promover la salud de los adolescentes (Guía AA-HA!): Orientación para la aplicación en los países, que se basó en las aportaciones recibidas tras un amplio proceso de consultas con los Estados Miembros, los organismos del sistema de las Naciones Unidas, los adolescentes y los jóvenes, la sociedad civil y otros asociados. El objetivo de esta guía es ayudar a los gobiernos a determinar las medidas de respuesta a las necesidades sanitarias de los adolescentes en sus países, así como la forma de aplicarlas.
Para mejorar las mediciones sobre la salud de los adolescentes en todo el mundo, la OMS, en colaboración con el ONUSIDA, la UNESCO, el UNFPA, el UNICEF, ONU-Mujeres, el Grupo Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentos, ha establecido el Grupo Consultivo sobre la Acción Mundial para la Medición de la Salud del Adolescente, que proporciona orientaciones técnicas a la OMS y a los organismos asociados del sistema de las Naciones Unidas para definir un conjunto básico de indicadores de la salud del adolescente con miras a armonizar las medidas sobre la medición y la presentación de informes en esta esfera.